Wednesday, May 28, 2008

A Teacher from Toronto

I was very touched by an e mail I received from a teacher in Toronto:

“I am a high school teacher from Toronto and things have definitely changed when I became a teacher 19 years ago which is why I am writing to you. I have lost 8 students to murder and add a few numbers to that as murderers so I try my best to help stop this trend. I know that you get many letters and requests because of what you went through and then each note talks about how we relate to your experience on the Andes. We can never relate or understand what you went through but we write to you to share some pain and hope you respond.

Pedro, you have probably had many write to you regarding a pity story and I am telling you that I am thankful that I am not a next pity story. All I wish is an autographed note from you telling "my kids" to do their best and then you leave it to me...”


I didn´t know what to do. I wrote back to the teacher to ask for more information, made some googling, and finally wrote his kids a letter. I just told them that life is rough, I told them a little about what we lived in the Andes, and how, in spite of all that I went through, I have been able to live a normal and fruitful life. And that I was sure, that they could too.

I also let them know about my “lessons from the Andes”. Hopefully it will help them to overcome their mountains.


Un Maestro en Toronto

Quedé muy conmovido por un e-mail que recibí de un maestro en Toronto:

“Soy un maestro de una escuela secundaria en Toronto, y las cosas han cambiado desde que soy maestro hace 19 años y por eso estoy escribiéndote. Perdí 8 estudiantes por asesinatos y otros más como asesinos y estoy haciendo lo posible para parar esta tendencia. Sé que recibes muchas cartas y pedidos por lo que Ustedes pasaron y que cada nota les cuenta cómo se relaciona a tu experiencia en los Andes. Quizás nunca entienda todo lo que Ustedes pasaron, pero escribo para compartir mi dolor y espero que me respondas.

Pedro, probablemente hay muchos que te escriben contándote una triste historia, pero yo estoy agradecido de que no soy la próxima historia triste. Lo único que quiero es una nota autografiada diciéndoles a mis chicos que hagan lo mejor, y después déjamelo a mí…………”


No sabía qué hacer. Le escribí a este maestro pidiéndole más información, hice algún “googling” y finalmente escribí a sus chicos una carta. Solo les dije que la vida es dura, les conté un poco cómo habíamos vivido en los Andes, y cómo ahora, a pesar de todo lo pasado, habíamos podido vivir una vida normal y con sentido. Y que estaba seguro de que ellos podrían también.

Les pasé también, mis “Lecciones de los Andes”. Ojalá los ayude a superar sus montañas también.

Saturday, May 24, 2008

The Other Tragedy of the Andes/ La Otra Tragedia de los Andes

I just read an article written by Leonardo Haberkon called “The Other Tragedy of the Andes.” It is an interesting article which deals with how the relatives of our friends who didn´t come back from the Andes had lived their ordeal and what, some of them, think of our lives.

In my case, just a few weeks after we were rescued I went to visit the parents of two of my dearest friends that had died in the Andes. At that time, I was starting a new life, I was exultant, we had defeated death and we were starting to live again. But my friends´ parents were burying their sons; they were going through their own ordeal. I believe those meetings were difficult, although not too many things could have been done instead.

A few days later, I left Uruguay and went back to Argentina, were my parents were living. And three months after we got out of the Andes, I was entering the University without saying who I was, and without telling anyone what had happened to me. I just didn´t talk about it and very seldom people brought up the issue in front of me. I even had to hear some stupid jokes about our food, from people who didn´t know who I was. But at the end, as time went by, everyone was aware, and I realized that they knew through a sight, a gossip, a gesture, but again, no one would ever tell me anything about it.

And this helped me very much with my recovery. I left Uruguay and I left the craziness of living everyday with an open issue. And I lived then a normal and ordinary life. I never met the parents of my dead friends again, my children didn´t go to school with the children of the brothers of my dead friends, and where they went, the story of the Andes, was just another story. That “other part of the Tragedy of the Andes”, I just didn´t live it. Just recently, I met one of them, he lives one block away from my home and we agreed to meet someday soon.



La Otra Tragedia de los Andes.

Acabo de leer un artículo escrito por Leonardo Haberkon llamado “La Otra Tragedia de los Andes”. Es un artículo interesante que trata de cómo los familiares de nuestros amigos, que no volvieron de la montaña, han vivido su tragedia, y lo que algunos de ellos, piensan de nuestras vidas.

En mi caso, justo unas semanas después de haber sido rescatado, fui a visitar a los padres de dos de mis más queridos amigos fallecidos. En ese momento, yo estaba empezando una nueva vida, estaba exultante, habíamos derrotado a la muerte y estábamos empezando a vivir nuevamente. Pero los padres de mis amigos estaban enterrando a sus hijos, estaban atravesando su peor tragedia. Esos encuentros fueron difíciles, aunque no me imagino qué otra cosa podríamos haber hecho en su lugar.

Unos pocos días después, dejé Uruguay y volví a la Argentina, donde vivían mis padres. Y tres meses después de haber salido de los Andes, entré en la Universidad sin decir quien era y sin decir a nadie lo que me había pasado. Simplemente no hablé del tema y pocas veces alguien se animó a sacar el tema frente a mí. De hecho, en algunas oportunidades tuve que escuchar chistes estúpidos sobre la forma en que nos alimentamos, de gente que obviamente no sabía quien era yo. Al final, con el tiempo, todo el mundo lo sabía, y yo me daba cuenta a través de una mirada, un comentario, un gesto, pero de nuevo, nadie me diría una palabra sobre el tema.

Todo esto me ayudó mucho con mi recuperación. Dejé el Uruguay y dejé la locura de vivir todos los días con el tema abierto. Y viví una vida normal y ordinaria. Nunca más me encontré con los parientes de mis amigos muertos, mis hijos no fueron al colegio con los hijos de los hermanos de los que murieron en la montaña, y donde fueron, la historia de los Andes era simplemente otra historia. Esa otra parte de la “Tragedia de los Andes”, simplemente no la viví. Recientemente, me encontré con uno de ellos, vive a unas pocas cuadras de mi casa en Buenos Aires, y quedamos en encontrarnos en cualquier momento.

Saturday, May 17, 2008

Breaking Paradigms/Rompiendo Paradigmas

I was running a workshop the other day when someone made an interesting remark. I was asked if the fact that we broke a tremendous paradigm when we started to feed on the dead bodies of our friends, has helped me or not to break paradigms later in Corporate life. (Paradigms as a concept, a model, a reference.)

And the answer is that the way we broke the paradigm in the mountain is the way I broke paradigms later in corporate life. Because neither of the two paradigms can be broken suddenly, by some enlighted leader who decides out of sudden inspiration. On the contrary, what we did in the mountain was a process, we started talking about it, and when we were almost all convinced, we just did it. In Corporate life, you don’t break paradigms overnight, it is also a process, and it needs a lot of team work with many people involved. You build momentum, and when you have built it, probably the paradigm is already broken.


Rompiendo Paradigmas

El otro día estaba conduciendo un taller cuando me hicieron un comentario novedoso. Me preguntaron si el hecho de que rompimos un tremendo paradigma cuando empezamos a alimentarnos de los cuerpos de nuestros compañeros muertos, me ha ayudado o no después en mi vida corporativa a romper otros paradigmas. (Paradigma como un concepto, como un modelo, como una referencia.)

Y la respuesta es que la forma en que rompimos paradigmas en la montaña es similar a la forma en que he roto paradigmas luego en la vida corporativa. Porque ninguno de ambos paradigmas se pueden romper de golpe, por un líder iluminado que toma una decisión inspirada. Por el contrario, lo que hicimos en la montaña fue un proceso, empezamos a hablar sobre ello, y cuando estábamos casi todos convencidos, lo hicimos naturalmente. En la vida corporativa, no se rompen los paradigmas de la noche a la mañana, también es un proceso, y necesita mucha gente involucrada en un verdadero trabajo de equipo. Una construye momentum, y una vez que lo has construído, probablemente el paradigma ya haya sido roto.

Friday, May 16, 2008

Seller Parrado has passed away.

Today, early in the morning, Seller Parrado, Nando´s father passed away. I don´t remember knowing him personally, but Nando says that after losing his mother and sister in the mountain, his desire to meet his father was what kept him alive and allowed him to walk for 10 days across the Andes. Nando says in his book that Love is the opposite of death, and that the love for his father is what kept him walking until he finally was able to defeat his logical death.

Seller´s death is a terrible loss for Nando and his family. And a terrible loss to all of us, to those who are part of the Tragedy of the Andes and who owe so much to Nando, and to his father.


Murió Seller Parrado.

En la mañana de hoy, falleció Seller Parrado, el padre de Nando. No recuerdo haberlo conocido personalmente, pero Nando dice que después de perder a su madre y su hermana en la montaña, el deseo de reencontrarse con su padre fue lo que lo mantuvo con vida y le permitió caminar por 10 días a través de los Andes. Nando dice en su libro que el Amor es lo contrario a la muerte, y fue el amor por su padre lo que le dio fuerzas para caminar hasta que finalmente pudo derrotar su inevitable muerte.

La muerte de Seller es una terrible pérdida para Nando y su familia. Y también una terrible pérdida para todos nosotros, quienes también somos parte de la Tragedia de los Andes y tanto le debemos a Nando, y a su padre.

Saturday, May 10, 2008

An Article about me in a Stanford Magazine/ Un artícluo sobre mi en una Revista de Stanford

The Stanford Business Magazine in its May issue, published quite a nice article about my visit to Stanford last December. It basically covers my presentation to alumni and also an hour long interview before my talk. (Click here to read)

In the same issue, Julie Kaufman, one of my class mates wrote in her class notes:

“Most likely you have read in this issue about Pedro Algorta´s ordeal in the Andes 35 years ago. Our reunion, and specifically Mike O´Brien´s moving talk about his 9/11 experience, was a factor in Pedro´s talking openly about it. After beginning to talk about this at our reunion last summer, Pedro came back to the U.S. at the request of the GSB late in the fall. He first visited Mike O´Brien´s family in New Jersey, speaking at Mike´s church. Then he headed to Boston and onto Dallas, where he spent time with Juan Williams and Victor Arias and spoke at their church as well. Finally he returned to the GSB, where he addressed a group of students and alumni (many from our class) about his experiences as part of the Lifelong Learning Program. He used photos and video from 1972 to show where the survivors lived for 72 days. This included part of a news broadcast filmed shortly after their rescue. Pedro´s talk focused on leadership and survival. He humbly believes that any of us would have acted as he and his friends did under similar circumstances. He has been writing a blog, which I encourage you to read.”

Thank you very much Julie for your kind words.


La Revista Stanford Business

En el número de mayo de la revista de la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford publicaron un artículo bastante bueno acerca de la visita que hice a Stanford en Diciembre. Basicamente cubre la presentación que hice a los ex alumnos y una entrevista que me hicieron antes.

En esa misma revista, en la sección "Notas de las Clases", Julie Kaufman, una compañera de promoción escribió:

"Seguramente han leído en esta misma revista sobre la tragedia de los Andes que Pedro Algorta atravezó hace 35 años. Nuestra reunión, y especificamente la conmovedora charla de Mike O´Brien hablando de su experiencia del 9/11, fue un factor para que Pedro ahora hablara abiertamente sobre su tema. Despuès de empezar a hablar sobre ello este verano en nuestra reunión, Pedro volviò a los Estados Unidos invitado por la Escuela de Negocios de Stanford este otoño. Anteriormente, visitó a Mike O´Brien y su familia en New Jersey, donde hablò en la iglesia de Mike. Después fue a Boston y a Dallas, donde estuvo unos días con Juan Williams y Victor Arias donde también habló en sus iglesias. Finalmente volvió a Stanford donde se dirigió a un grupo de estudiantes y ex alumnos (muchos de nuestra clase) compartiendo su experiencia como parte del Programa de Educación Continua. Él usó fotos y videos tomadas en 1972 para mostrar las conciciones en la que sobrevivieron por 72 días. Esto incluyó también un pequeño film realizado con las tomas de los noticieros de la época. La charla de Pedro se enfocó en las lecciones de liderazgo y la sobrevivencia. Él humildemente cree que cualquiera de nosotros en circunstancias parecidas hubiera actuado de la forma en que él y sus amigos lo hicieron. Ha comenzado a escribir un blog que recomiendo leer."

Muchas gracias Julie por tan lindas palabras. (Hacer clic aquí para leer artículo en español)

Sunday, May 4, 2008

Hans´ warm introduction and the others / La cálida presentación de Hans y los otros

Hans is the Chairman of a very important international company. He invited me to share my experience with a selected group of clientes, executives and their wives. But what really impressed me was his introduction; he said he remembered hearing in 1972, the news that some people in a remote country in South America had been lost after crashing in the Andes Mountains and that some days later, the search was called off. That detail impressed me very much, those were the same news we heard in the Andes when we were waiting to be rescued just after the crash. Hans said that at that time he was anguished and sorry for us, but now, he was delighted to have me there, 35 years later and eager to hear my story. I really appreciated his introduction.

I started my presentation, and suddenly I felt great attention to my words. The people in the kitchen on my back, set aside what they were doing and started to follow my words with rapt attention. I realized I was not only talking to Hans and his people; the young boys and girls of the kitchen were also captivated by the story of my ordeal and its lessons. At the end, not only did the business people thank me for sharing my ordeal with them, but also the young guys from the kitchen gave me their respectful support and thanks for my message.


Hans y otros

Hans es el Presidente de una Compañía internacional muy importante. Me invitó a compartir mi experiencia con un selecto grupo de sus clientes, ejecutivos y sus esposas. Pero lo que realmente me impresionó es que cuando me presentó dijo que recordaba haber escuchado en 1972 una noticia acerca de un grupo de personas en un remoto país de Sud América que se habían perdido en la Cordillera de los Andes y que algunos días después la búsqueda había sido suspendida. Ese detalle me impresionó, porque esas mismas noticias las habíamos escuchado nosotros cuando estábamos en la montaña esperando que nos rescaten. En aquel momento él sintió angustia y pena por nosotros, pero ahora él sentía una enorme alegría de tenerme allí y estaba deseoso de escuchar mi historia.

Cuando empecé a hablar sentí una enorme atención a mis palabras. La gente en la cocina, a mis espaldas, dejaron lo que estaban haciendo y empezaron a seguir mis palabras. Me di cuenta de que no solo estaba hablando para Hans y su gente; los muchachos de la cocina seguían con enorme interés lo que yo decía y las lecciones de mi tragedia. Al final, no solamente los hombres de negocios me agradecieron por compartir mi tragedia con ellos, también los jóvenes de la cocina me dieron su apoyo respetuoso y sincero agradecimiento por mi mensaje.