I was very touched by an e mail I received from a teacher in Toronto:
“I am a high school teacher from Toronto and things have definitely changed when I became a teacher 19 years ago which is why I am writing to you. I have lost 8 students to murder and add a few numbers to that as murderers so I try my best to help stop this trend. I know that you get many letters and requests because of what you went through and then each note talks about how we relate to your experience on the Andes. We can never relate or understand what you went through but we write to you to share some pain and hope you respond.
Pedro, you have probably had many write to you regarding a pity story and I am telling you that I am thankful that I am not a next pity story. All I wish is an autographed note from you telling "my kids" to do their best and then you leave it to me...”
I didn´t know what to do. I wrote back to the teacher to ask for more information, made some googling, and finally wrote his kids a letter. I just told them that life is rough, I told them a little about what we lived in the Andes, and how, in spite of all that I went through, I have been able to live a normal and fruitful life. And that I was sure, that they could too.
I also let them know about my “lessons from the Andes”. Hopefully it will help them to overcome their mountains.
Un Maestro en Toronto
Quedé muy conmovido por un e-mail que recibí de un maestro en Toronto:
“Soy un maestro de una escuela secundaria en Toronto, y las cosas han cambiado desde que soy maestro hace 19 años y por eso estoy escribiéndote. Perdí 8 estudiantes por asesinatos y otros más como asesinos y estoy haciendo lo posible para parar esta tendencia. Sé que recibes muchas cartas y pedidos por lo que Ustedes pasaron y que cada nota les cuenta cómo se relaciona a tu experiencia en los Andes. Quizás nunca entienda todo lo que Ustedes pasaron, pero escribo para compartir mi dolor y espero que me respondas.
Pedro, probablemente hay muchos que te escriben contándote una triste historia, pero yo estoy agradecido de que no soy la próxima historia triste. Lo único que quiero es una nota autografiada diciéndoles a mis chicos que hagan lo mejor, y después déjamelo a mí…………”
No sabía qué hacer. Le escribí a este maestro pidiéndole más información, hice algún “googling” y finalmente escribí a sus chicos una carta. Solo les dije que la vida es dura, les conté un poco cómo habíamos vivido en los Andes, y cómo ahora, a pesar de todo lo pasado, habíamos podido vivir una vida normal y con sentido. Y que estaba seguro de que ellos podrían también.
Les pasé también, mis “Lecciones de los Andes”. Ojalá los ayude a superar sus montañas también.
“I am a high school teacher from Toronto and things have definitely changed when I became a teacher 19 years ago which is why I am writing to you. I have lost 8 students to murder and add a few numbers to that as murderers so I try my best to help stop this trend. I know that you get many letters and requests because of what you went through and then each note talks about how we relate to your experience on the Andes. We can never relate or understand what you went through but we write to you to share some pain and hope you respond.
Pedro, you have probably had many write to you regarding a pity story and I am telling you that I am thankful that I am not a next pity story. All I wish is an autographed note from you telling "my kids" to do their best and then you leave it to me...”
I didn´t know what to do. I wrote back to the teacher to ask for more information, made some googling, and finally wrote his kids a letter. I just told them that life is rough, I told them a little about what we lived in the Andes, and how, in spite of all that I went through, I have been able to live a normal and fruitful life. And that I was sure, that they could too.
I also let them know about my “lessons from the Andes”. Hopefully it will help them to overcome their mountains.
Un Maestro en Toronto
Quedé muy conmovido por un e-mail que recibí de un maestro en Toronto:
“Soy un maestro de una escuela secundaria en Toronto, y las cosas han cambiado desde que soy maestro hace 19 años y por eso estoy escribiéndote. Perdí 8 estudiantes por asesinatos y otros más como asesinos y estoy haciendo lo posible para parar esta tendencia. Sé que recibes muchas cartas y pedidos por lo que Ustedes pasaron y que cada nota les cuenta cómo se relaciona a tu experiencia en los Andes. Quizás nunca entienda todo lo que Ustedes pasaron, pero escribo para compartir mi dolor y espero que me respondas.
Pedro, probablemente hay muchos que te escriben contándote una triste historia, pero yo estoy agradecido de que no soy la próxima historia triste. Lo único que quiero es una nota autografiada diciéndoles a mis chicos que hagan lo mejor, y después déjamelo a mí…………”
No sabía qué hacer. Le escribí a este maestro pidiéndole más información, hice algún “googling” y finalmente escribí a sus chicos una carta. Solo les dije que la vida es dura, les conté un poco cómo habíamos vivido en los Andes, y cómo ahora, a pesar de todo lo pasado, habíamos podido vivir una vida normal y con sentido. Y que estaba seguro de que ellos podrían también.
Les pasé también, mis “Lecciones de los Andes”. Ojalá los ayude a superar sus montañas también.