Saturday, April 25, 2009

El Club de los Sobrevivientes

Estoy leyendo un libro llamado “The Survivors Club”. Aparentemente ha sido un éxito en los Estados Unidos y la revista Newsweek ha hecho una nota de tapa sobre el mismo. Nando Parrado me había hablado del libro y de hecho su testimonio es tomado por el autor.

Encontré que tiene algunas ideas buenas, varios de testimonios conmovedores y lamentablemente muchas páginas de relleno.

Entre las ideas interesantes, me gustaron las siguientes:

  1. Todos somos sobrevivientes. Todos tenemos en nuestras vidas una experiencia límite. O alguien muy cercano a nosotros la tiene y experimentamos la angustia y el dolor del límite. Pero también nos recuperamos y hacemos nuestra vida normal, por eso somos todos sobrevivientes.
  2. La sobrevivencia no es relativa. Mi experiencia de sobrevivencia no es menor o mayor que la de otros. Todos nos enfrentamos a las experiencias límites con todo nuestro ser y nos jugamos enteros en ellas. Un accidente, una operación, un límite, para quien lo sufre, es tan grave como el mío o el de cualquier otra persona.
  3. Todos podemos un poco más. Todos resistimos más que lo que creemos. Nuestra fuerza interior y nuestra fortaleza física nos hacen mover montañas y podemos superar los obstáculos más difíciles, aunque a priori pensemos que no lo podremos hacer.

Además, en los testimonios recogí algo que yo comparto: Los sobrevivientes no se quedan enganchados, la mayoría ha podido rehacer sus vidas y no se creen distintos de los demás.

Tuesday, April 14, 2009

Leyendo "Rodeáte de los Mejores", el libro de mi amigo Claudio

Claudio Fernandez Araoz ha publicado un maravilloso libro llamado “Rodéate de Los Mejores” en el cual resume toda su experiencia como uno de los más prestigiosos “Cazadores de Talentos” a nivel mundial.

Claudio es además uno de mis mejores amigos, y porqué no, uno de mis “mentores” más apreciados.

El libro comienza citando una conversación con el mismísimo Egon Zehnder, fundador de la firma para el cual él trabaja, en la cual Egon en persona le comenta a Claudio cual es la clave para el éxito en una carrera empresaria. Y la clave según Egon es la “suerte”. Sí, más allá de la genética, de la educación, de los primeros trabajos, de la familia, la “suerte” es el primer determinador del éxito personal en el campo empresario.

En mi caso, soy una persona con suerte. No solo me ha ido bien en mi carrera empresaria y tuve una buena familia, sino que además, me estrellé en un avión cruzando los Andes, y sobreviví. En realidad tuve la mala suerte de estar en ese avión, pero la buena suerte de estar sentado en el asiento adecuado. Pero más allá de la fuerza, del coraje, de la empatía, de la fuerza emocional y de la presencia de Dios, tuvimos suerte. Mis amigos que no volvieron, no la tuvieron, no eran ni mejores ni peores que nosotros, simplemente estaban sentados en el lugar equivocado.

Claro, que la suerte no es todo, como dice Claudio, la suerte es el primer factor, pero claramente hay que ayudarla.

Además hay otro tema que me ha impresionado en el libro de Claudio, y que se lo comenté personalmente: Nosotros no podíamos “rodearnos de los mejores”. Yo no elegí con quién me caí en los Andes, tampoco elegí a mis hijos ni a mis hermanos, son los que Dios me dio o vinieron. En muchas ocasiones en la vida empresarial o personal, te ocurre lo mismo: uno no puede elegir con quién puede rodearse, y debe convivir y trabajar, y alcanzar objetivos y éxitos, con los que tiene.

De hecho, creo que uno de los primeros deberes de todo jefe, supervisor, líder o CEO es justamente obtener el mayor provecho de la gente que lo rodea para que se alcancen los objetivos del grupo y los personales. Eso hicimos nosotros en la montaña, ese fue nuestro gran desafío y lo conseguimos.

No creo que existan los “dream teams” en abstracto. Después de trabajar mucho tiempo en las empresas, creo que no existen los equipos ideales, somos todos de carne y hueso, con un poco más de suerte y algunos talentos “democráticamente” distribuídos. Los equipos que alcanzan los resultados extraordinarios tienen una combinación especial de gente con ganas de trabajar, talentos adecuados, gran liderazgo y mucho trabajo en equipo que potencia los talentos de cada uno. Y el gran desafío es alcanzar objetivos extraordinarios con gente normal, como cada uno de nosotros. En ocasiones, uno puede elegir con quien puede trabajar, y en ese caso buscará rodearse de los mejores, para esa situación en particular, no con los mejores en abstracto.

Pero para nosotros en la montaña, como en muchos órdenes de la vida, esa no era una opción y debimos extremar los esfuerzos para trabajar con lo que teníamos.

Saturday, April 4, 2009

El Equipo de Supervivencia

Cuando caímos en la montaña éramos un grupo de personas alrededor de un equipo de rugby.

Después, el equipo de rugby fue desmembrado. Pero el grupo se transformó en un equipo de supervivencia.

Lo que diferencia un equipo de un grupo, es justamente que el equipo tiene un objetivo común y además se necesitan unos de otros para alcanzar ese objetivo. El objetivo del equipo de rugby era jugar y ganar un partido de rugby. Ese objetivo quedó sin sentido una vez que nos accidentamos, por lo cual, tuvimos que generar otro objetivo y construir un equipo de supervivencia. El equipo de rugby dejó paso al equipo de supervivencia, donde obviamente se necesitaron distintas habilidades y organización para alcanzar el objetivo.

Tuvimos nuestro tiempo para las críticas y los elogios, para aclarar los objetivos y discutir estrategias, para las peleas y las reconciliaciones, para adaptarnos al nuevo entorno y encontrar los nuevos roles de cada uno. También tuvimos tiempo para ensayar las propuestas que no funcionaron y por suerte para implementar las propuestas que si funcionaron. En ese proceso, el grupo se transformó en un verdadero equipo de supervivencia.