El periodista Leonardo Hackendorn me preguntó, para la revista “Plena” de Montevideo, qué podía decir del “Sentido de la Vida”. Y esto es más o menos lo que le contesté:
En el caso mío, lo que me mantuvo con vida fue ese instinto de supervivencia de vivir un día más, sabiendo que mientras había pequeñas posibilidades de salir teníamos que hacer todo lo posible para seguir viviendo. En una de esas, lo lograríamos.
Hoy me pregunto en qué me afectó la montaña, me ha ayudado a encontrar el sentido de mi vida?. La respuesta no es fácil, durante años no la tuve. Creo que para contestar esa pregunta debo mirar para atrás, y ver todo lo que he vivido. Nuestra montaña del 72, los años de trabajo que le siguieron, la familia que hemos construído, nuestros amigos, nuestros hijos, todos a quienes hemos amado y nos han amado, todo eso nos da sentido y nos proyecta hacia el futuro. Por eso creo que el sentido de la vida no es solo un proyecto ambicioso y eventualmente idealizado, es más bien la proyección hacia el futuro de todo lo que hemos hecho, dado y recibido en nuestra vida y la capacidad y decisión de ir cargando esa mochila con más cosas.”