Sunday, November 30, 2008

Una Presentación de Nando Parrado

Nando Parrado me invitó a una de sus charlas y fui con todo entusiasmo para escuchar de su propia voz la narración de su epopeya y además para aprender de él como conferencista. Aunque parezca increíble, yo nunca lo había escuchado. De su impresionante caminata, sabía lo que había leído, pero él nunca me la había contado. En realidad, cuando salimos de los Andes, nos lo habrá contado, pero eso no lo recuerdo, teníamos otras cosas en la cabeza.

Fue muy emocionante escucharlo. Nando para mi es claramente uno de los héroes, porque hizo lo heroico. Después de perder a su madre y a su hermana, dio vuelta la hoja de su vida, y se propuso salir de la montaña. Salió junto con Roberto, volvió a buscarnos, y nos sacó.

Su relato es así, cargado de emoción. Fue presentado como un especialista en “Manejo de Crisis”, aunque de eso no habló, presentó su testimonio como lo hacemos todos, bastante descarnado y directo. No hubo necesidad de conceptualizaciones, el testimonio hablaba por sí solo. Nando lo tiene muy elaborado, con un buen film al inicio, bien acompañado por fotografías, diagramas del accidente y de cómo vivíamos en la montaña y cierra con un lindo video en homenaje a su familia. Permanentemente va interrogando a la audiencia, tratando de que cada uno viaje imaginariamente a la montaña y se ponga en su lugar. “Cualquiera de Ustedes, hubiera hecho lo mismo”, dice.

Lo que también me gustó, es que hablamos de lo mismo, su mensaje no es distinto del mío, claramente, estuvimos los dos en la misma montaña! Pero cuando termina él dice que su otra montaña empezó ahí, cuando salió de los Andes y tuvo que recomenzar su vida con su familia diezmada y sus mejores amigos muertos. Eso me impresionó.

Su presentación duró exactamente la hora y media prevista, habló ante más de 2000 personas con gran soltura y manejo, no hubo preguntas y dejó a la audiencia  estremecida, recibiendo una impresionante ovación cuando terminó.

Un gran testimonio, felicitaciones Nando.

Sunday, November 23, 2008

Un Premio Significativo

Hace ya varios años, cuando intentaba no darle importancia a lo que nos había pasado en la cordillera, alguien me llamó diciéndome que el grupo “Viven” había ganado el premio al “Sentido de la Vida” y me preguntaron si yo estaba dispuesto a ir a recibirlo.

Contesté que no, y me olvidé del tema. Unos meses más tarde me enteré que Daniel, Fito y Moncho venían a Buenos Aires a recibir el premio al “Sentido de la Vida” y me invitaron a que asistiera a la ceremonia de entrega del premio. Acepté ir con la condición de que en ningún momento se mencionara que yo estaba en la ceremonia, escondido entre el público.

El premio se otorgaba todos los años a diversas personalidades o grupos por testimoniar “el Sentido de la Vida”. Desde el primer momento me generó una enorme desconfianza, qué teníamos que hacer nosotros con el “Sentido de la Vida”?

Ese año, se otorgó el premio al rabino Sergio Bergman por su contribución al diálogo interreligioso, a la Sra. de Terzano por su labor entre los condenados en las cárceles, a un grupo de damas por su asistencia a los más necesitados, al Chaqueño Palavicino, no sé porqué, y al grupo “Viven”, tampoco sabía porqué.

Mis amigos recibieron el premio y dijeron unas palabras de forma y agradecimiento por la distinción recibida. Yo asistía perplejo, con algo de vergüenza ajena. Creía que todo aquello era algo sin sentido, justamente.

Sin embargo, en esa ceremonia, entregaron junto con el premio el libro de Victor Frankl, “El hombre en busca de sentido”. A la salida de la reunión, mi amigo Renzo Terzano, que había acompañado a su esposa a recibir su merecido premio, me recomendó leerlo. Por lo cual, llevado por mi impulsiva curiosidad, una de las primeras cosas que hice fue ir a una librería y lo compré.

 El libro me cautivó, y desde entonces es uno de mis libros de cabecera. Pero sentí una gran decepción por el momento vivido. Pensé que si yo hubiera conocido la obra de Victor Frankl antes de esa ceremonia, probablemente hubiera aceptado participar de la entrega de premios y  habría querido reconocer que en definitiva, tenemos algo que ver con la obra de Victor Frankl. La lectura de libro, en muchos pasajes me hizo acordar mucho lo que pasamos nosotros en la montaña.

Saturday, November 15, 2008

Conversación en la Mitad de la Vida

Elina, es una de mis “Viejas Amigas”. Me contactó hace un año a través de la página “Viven”, y esto es la transcripción casi textual de nuestra conversación. Gracias Elina por estar de acuerdo en que la publicara, eres una mujer muy valiente.

Pedro, supe algo sobre vos hace unos años por un amigo. Te acordás de mi?  Estoy haciendo un repaso de tantas cosas lindas que viví.  Me escribirías? Elina

Hola Elina, si, yo también estoy repasando mi historia. Siempre he sido de mala memoria, pero más floja la tengo de lo que viví más de 35 años atrás. Éramos compañeros de Facu, viajábamos en el 60............................no quiero meter la pata, tirame un huesito. Igual quiero hablar con la gente que me conocía antes. Escribime, Pedro

Va el huesito. Hicimos el ingreso a la Universidad juntos. A veces viajábamos en el 60 . Después empecé sociología y vos creo que economía. Después.... uyyy tantas cosas!!  En el 75 te encontré en la puerta del Colón, una noche. Yo embarazada y vos todavía estabas en otro mundo, como que no querías que nadie te preguntara nada. Estabas todavía medio shockeado por el accidente. Dijiste Hola y seguiste de largo. Ahora estoy más contenta con mi vida: es que pase por situaciones bien difíciles a lo largo de muchos años. Después empecé a tener una buena vida con mi marido e hijos ya que él se recuperó de su alcoholismo, pero eso duro 5 años. Se murió de un infarto en 10 minutos.

Conclusión: la vida es corta, miremos el vaso medio lleno y disfrutemos de tantas cosas lindas que la vida nos da. 

Hoy me considero una persona privilegiada con tantos amigos y familia alrededor mío.
Pero y vos? Como te tomás la vida? y cómo sos ahora?
Cariños, Elina.

 

Me alegro que ahora estés bien, no debe haber sido fácil lo que te tocó pasar. Te cuento brevemente  de mí:

Nos conocimos en el 71,  no fuimos compañeros en el ingreso, yo hacía economía,............de todas maneras, es seguro que nos conocíamos en el viaje y vos vivías en la calle Núñez, pero que hacía yo en el 60?...........................

Después me fui al Uruguay, y en octubre del 72 me caí en la montaña...........................contame cómo te enteraste de que yo estaba en el avión, con quién lo compartiste, cuando supiste que volví, porqué no me llamaste, o lo hiciste y no te di bola?

Después del accidente, volví a la Argentina, y estudié en la UBA. En el 74 me casé con Noelle, con quien sigo casado y tenemos una buena pareja, y tenemos 3 hijos, que increíblemente, todos viven en España. Es mi montaña de ahora.

Estudié, me puse serio, trabajé en un banco, me fui a USA y saqué un MBA en Stanford. A la vuelta hice Corporate Life, fui gerente general de Quilmes, me fue bien, me fue mal, me fue bien, me fue mal, en total, me fue muy bien. En el 2003, con lo que nos dejó la crisis, nos compramos un campo en Uruguay y hoy nos ocupa parte de nuestro tiempo y nos gusta mucho.

Trabajé en varias empresas, Siderca, Quilmes, Peñaflor, Campo Frío y últimamente en Gancia, de donde me retiré hace dos meses.

Justo  me tomás en un momento muy especial de la vida. Estoy abriendo mi cordillera nuevamente, incluso estoy dando charlas y realizando actividades en base a mi experiencia profesional y mi montaña. Estoy abriendo esa muralla que puse que me permitió hacer una vida normal, estudiar, trabajar y llegar hasta aquí. Y estoy dejando crecer a la montaña. Por eso me interesa saber qué pasaba a mi alrededor con la gente que me conocía en aquella época y con  las murallas que construí después y que hoy de alguna manera también forman parte de mi experiencia. Creo que no podría haber hecho todas las cosas que hice con las defensas bajas. Pero bueno, en  eso estoy, mirando para adentro, y me encantaría que nos pusiéramos al día y me cuentes qué pasaba en esa época.

Cariños,

Pedro

 

Me hacés sonreír!!!

Fuiste en el 60 porque me quisiste acompañar hasta casa. Yo también alguna vez pregunté  que me había perdido especialmente cuando las cosas se ponían muy violentas y no tenia idea de porque había llegado todo a ese punto oscuro, sin salida.. Pero that's life. Un camino se abre y automáticamente no se puede estar en el otro. 
Cuando te caíste en la montaña estaba embarazada de la primera hija. Esos meses hasta Navidad del 73 sufrí mucho, en silencio, muy sola. Deseaba mucho que no te hubiera pasado nada, que milagrosamente aparecieras. Devoraba los diarios. El día que aparecieron ya tenia panza de 8 meses, sólo me podía sentar en la cama como un Buda. Me acuerdo del vestido que tenia puesto. Yo le tenía miedo a mi marido, especialmente a sus celos, (en ese entonces ni me daba cuenta de su alcoholismo). A pesar de eso, cuando dieron la noticia, en TV blanco y negro lloré y lloré sin parar, sin importarme nada de lo q él pudiera pensar. Me alivié, me serené. El final de mi embarazo fue como flotar en el agua. No sabía a donde llamarte, además yo era alguien de tu pasado y me imaginaba que todo eso era mucho para digerir como para q encima te esté llamando. Pero estoy segura que tuviste una red de gente, invisible para vos, como fui  yo en aquel momento que temblamos y nos emocionamos más de lo q se puede describir. 

 

Me casé con ese chico que me invitó a salir. Me llevaba” puesta " como dicen los chicos ahora, Me podía. Armamos una vida juntos, yo era la típica persona para estar al lado de alguien como él. Me dejaba tratar mal. Perdí mi embarazo a los 13 días de casada. Seguí casada. Las cosas malas pasaban, había disculpas de por medio y.. ..vuelta a empezar. Y él de nuevo súper cariñoso. Hoy Tengo 3 hijos, 2 nietas. Ya ves, yo también tuve mi montaña que escalar, llegar a la cima, tomar oxígeno y volver a bajarla. Aprendí muchas cosas, por empezar, a no ser rencorosa, a admitir que las cosas pasan por obra del destino en un sentido amplio pero que yo soy la única responsable de mis actos y de lo que decido aceptar como forma de vida. 
En el '90 me fui de mi casa con mis 3 hijos. Eso hizo que mi marido tocara fondo. Buscó ayuda en Alcohólicos Anónimos. Al año volvimos a vivir juntos. Todos en la familia  tuvimos que aprender a vivir otra vida. Se hablaba más, había tensiones pero no había violencia. La guita empezaba a alcanzar. Así fueron 5 muy buenos años hasta q murió. Por suerte para esa época yo ya estaba re bien establecida con los seguros. Le puse mucha energía al trabajo y dejé de lado a mis hijos por darles estabilidad material. Lo pagué bastante caro. Mucha rebeldía de ellos y yo sin entender muy bien que hacer. Sin embargo ahora han encontrado su equilibrio. Cada uno lleva una vida distinta a la del otro. Ellos me han enseñado a ampliar mi mente, a aceptar formas de vida que eran inexistentes para mí. Nos queremos mucho, nos respetamos, nos visitamos.
Uf….. ya me cansé, Eso de contarte mi vida me agota, me hace mirar para atrás más de lo q quería. Sigo otro día.
Besos, Elina.

Me llega mucho tu relato. Veo que has tenido una vida complicada............como todos. Te agradezco la confianza.

Volviendo al tema, creo que nos veíamos en el 70, que fue el año en el que yo iba al Salvador, en el 71 y 72 viví en Uruguay, hasta que tuve el accidente entre octubre y diciembre del 72.

Alguien me había dicho que habías abandonado la Universidad y casado. No me acuerdo quien.

Volviendo a nuestro encuentro en el Colón, por tu embarazo podés deducir la fecha. Sí recuerdo que nos encontramos, no soy conciente de haber sido tan antipático, pero no es la primera vez que me pasa, la gente me dice que soy muy distante, y no se si fue de siempre o tiene que ver con mi muralla protectora del accidente.

Lo que sí te cuento, es que mi historia yo siempre la viví como algo muy normal, algo que me había pasado pero que no me transformaba en algo superior ni mucho menos. Siempre la menosprecié y durante años me molestó que me la trajeran, y de hecho, casi nadie en estos 35 años se ha animado a hablarme de ella. Por otra parte, cuando yo hablaba, la gente se ponía incómoda. Recién ahora me estoy reencontrando con ella, la estoy dejando crecer y dándome cuenta lo singular que ha sido. Por otra parte, yo nunca me morí, estuve 72 días viviendo bajito, pero para los demás, es mucho más impresionante, porque volvimos de la muerte. Cuando fui a Chile, fui a ver una novia, que cuando llegué, ya tenía otro, imaginate que situación para ella, no tanto para mí.

Tu ya estabas casada y embarazada por segunda vez, cómo te enteraste que yo estaba en el avión si ya no nos veíamos.?

Y por último, cómo se te ocurrió escribirme a la página Viven............recién ahora estoy chequeando esos mails. Perdón por las preguntas, me agarraste en la etapa del revisionismo.

Besos, Pedro

Bueno, lo del avión caído fue gran noticia. Que fueran rugbiers  de Uruguay coincidía con algunos de mis amigos. Al leer tu nombre casi me desmayé. Fue así, casual. 

Lo del Colón (1975): no sentí que estabas distante por tu personalidad. Me imagine que ni podías hablar del tema del accidente, que te molestaba q la gente te dijera algo sobre eso. Ahora me acuerdo que te dije algo como “Pedro, me alegro tanto que estés vivo”. Me miraste, dijiste gracias y te fuiste. Siempre pensé que aunque vos creas que estabas viviendo algo normal, estabas en estado de shock, que me parece lógico para poder sobrevivir tal situación. Lo tomé como que estabas distante por tu personalidad habitual, No eras así cuando te conocí. Eras afectuoso, amable, tímido, sensible, pero nunca distante.
Ya ves las murallas, protectoras o no, no duran para siempre; la tuya  la usaste en esa época pero ahora ya la estás derribando. Si no ni soñando estaríamos hablando de los efectos del accidente. 
Llegué a la página de Viven una de esas noches en que todo el mundo se va a dormir temprano. Me puse a googlear nombres, me pregunté qué habría sido de vos. Aparecieron cosas de Quilmes que no entendía nada y de repente la Página!!! Pensé, si contesta o no, es el destino. 
Me alegra saber que estás rehaciendo ese rompecabezas. Me alegra por mí también. Era un agujero que tenia en mi vida.  Otro día sigo con otro capítulo.
Y vos, contame cómo se te va armando el rompecabezas del accidente, los años q siguieron, los  hijos, si fuiste un padre presente o si la Corporate life te comió vivo. 
Cariños, Elina

Qué fuerte el testimonio, verdad?

Monday, November 10, 2008

Presentación de "La Sociedad de la Nieve"

Estuvimos 15 de los sobrevivientes en la presentación del libro de Pablo Vierci “La Sociedad de la Nieve” en el Colegio Stella Maris, a donde hacía 36 años que no iba.

Pablo Vierci hizo una introducción y después cada uno de nosotros fue contestando preguntas. A mi me preguntaron porqué, lo que nos pasó a nosotros hace tanto tiempo, sigue teniendo tanto impacto en el mundo.

No fue una pregunta sobre la que no había pensado antes. Lo que dije es que para mi, esa pregunta por mucho tiempo no había tenido respuesta, que en realidad no había entendido hasta hace unos años el porqué de la trascendencia del tema, y que de hecho este tema me molestaba. Me molestaba cuando trabajaba, cuando hacía mi vida normal, que este tema apareciera.

Pero empezaron a pasar cosas. Entonces conté de la vez que encontré aquella mujer que me dijo que seguía viva gracias a nosotros porque su único hijo se había suicidado y que nuestra tragedia le daba fuerza y esperanza para seguir luchando por la vida. En ese caso, mi primera reacción fue decirle que lo lamentaba, pero que yo no tenía nada que ver con su tragedia. Pero después la dejé ir con la ilusión, ya que sentí que no tenía derecho a quitarle la esperanza que nuestra historia le daba.

Ahí me empecé a dar cuenta de que nuestra historia nos trasciende y que le importa a mucha gente, independientemente de nosotros, que somos personas normales.

También dije que nuestra historia es trascendente e impacta por tres motivos. Porque objetivamente es una historia increíble de supervivencia, probablemente la más increíble con los supervivientes aún vivos.

Nos trasciende e impacta por el hecho de que 36 años después estemos todos vivos y viviendo vidas normales. Esto es importante, porque cuando salimos de la montaña, los que nos recibieron celebraron nuestro regreso, pero estoy convencido que pensaron que íbamos a tener vidas miserables y que los fantasmas de la montaña nos perseguirían toda la vida.

Y por último, nos trasciende porque quienes nos escuchan ven reflejada sus propias montañas, sus propias dificultades y desafíos en nuestra cordillera y perciben que si nosotros pudimos subir y sobrevivir a los Andes, ellos pueden subir y sobrevivir a sus dificultades.

Mis hermanos sobrevivientes estuvieron muy bien, cada uno dentro de su propio estilo. Algunos, simplemente participando desde su silencio. También, muy valioso.