El otro día en Olavarría dije algunas cosas que nunca había dicho.
Una de ellas fue acerca de la importancia de la experimentación. Efectivamente, en la montaña estuvimos permanentemente experimentando cosas nuevas para poder adaptarnos mejor a lo que estábamos viviendo.
Y casi todos nuestros experimentos fracasaron, aunque hubo algunos exitosos que nos permitieron sobrevivir en la montaña. Por ejemplo, fracasaron nuestros intentos de salir caminando hacia el este, fracasamos en hacer fuego, intentamos pero abandonamos la idea de cocinar nuestra comida y fracasamos también con nuestras botas artesanales. Sí tuvimos éxito con nuestras máquinas de agua, con los anteojos de plástico para protegernos del reflejo del sol, con la bolsa de dormir para que nuestros caminantes duerman a la intemperie, con nuestra decisión vital de alimentarnos de nuestros compañeros muertos.
Todo esto me hace reflexionar sobre lo importante que es la experimentación en el proceso de adaptarse a nuevos desafíos.
Un tema aparte. En Olavarría tuve que hablar ante casi mil personas congregadas en el Teatro Municipal. Una reunión impresionante, dentro de las Jornadas para la Juventud organizadas por la Fundación Loma Negra. Mi amigo Juan Carlos Lynch subió a su blog un relato de la jornada. Realmente, un lujo, y el video con fotos que armó, me emocionó muchísimo.
1 comment:
Pedro, muchas gracias por haber venido a Olavarría.
Las Jornadas fueron un éxito, y en todas partes se comentaba la profundidad de tu mensaje y todo lo que después trabajamos con él.
Me alegro de que te hayan traído y doy gracias a Dios de haber tenido la oportunidad de escucharte.
Me has tocado el corazón.
Post a Comment