Saturday, January 24, 2009

Montañas



Este es un homenaje para Nando, Roberto, Tintín y para todos los que en la vida suben montañas.

Cuando estuve en el sur, me invitaron a subir al refugio base del Tronador. Es una ascensión de1200 metros en 5 horas de caminata. Supuse que no requeriría demasiado esfuerzo.

Pero la montaña da lecciones de humildad, y si bien llegué al objetivo y pudimos bajar en el día, lo hice absolutamente exhausto por el esfuerzo realizado. Sentí que había menospreciado la montaña, creí que podía subirla solo. Por suerte estaba con un grupo de amigos que ya la conocían y me fueron marcando el camino y las pausas necesarias. Solo no lo podría haber hecho.

Las montañas siguen dándome lecciones.

Post Data: Mientras escribo esta entrada, leo en los diarios sobre la muerte del guía Federico Campanini y de una expedicionaria italiana en la cumbre del Aconcagua, cuyo cuerpo aún no pudo ser recuperado. Tres más expedicionarios fueron rescatados con vida a más de 6.700 metros de altura, luego de hacer cumbre en condiciones insoportables y equivocar el camino de regreso. Me conmueve la noticia e imaginarme la desesperación de la situación vivida. De todas maneras, seguiremos subiendo montañas, en honor a los que se quedaron en ellas. Como nunca recuerdo la expresión de un montañista cuando le preguntaron porqué subía montañas, qué era lo que lo atraía. Y él respondió: “Porque están ahí”.

6 comments:

Anonymous said...

Me imagino que subís montañas, porque están ahí. Es un reto !
Pero como con la de verdad, sucede que a veces uno se las encuentra en su camino.
Sólo uno puede rezar para poder llegar al final sin aflojar, y siempre uno encuentra ayuda. Dios es inmenso!
Tú sos mi roca ahora.
Montones de besos.

Unknown said...

es un gran homenaje para los que quedaron en ellas."quedaron" tal vez sea una forma de expresarnos porque seguramente van y vienen entre nosotros y siguen subiendo otras montañas que tal vez no veamos.
esta bueno que la vida nos de a diario una leccion,eso significa que estamos caminando.
abrazos

Anonymous said...

Gracias Pedrito.....no fuè fàcil...como te habràs dado cuenta...pero lo importante esque estamos acà y unidos.
Abrazo,

Eduardo said...

Hola Pedro. Es Hermoso el panorama del Tronador. Por peligroso que pueda ser ¿Cómo no intentar escalarlas? Sería una picardía no intentarlo, si hasta Roberto, Nando y Tintín aún en la desesperación, el miedo y la incertidumbre de tener que hacer cima del monte Seler, hablan de la majestuosa visión que les regalaba aquel lugar.
Las montañas nos ponen a prueba, se debe poner al máximo nuestro esfuerzo y ser lo suficientemente inteligentes para saber cuando parar o regresar.
Aún así por distintas circunstancias las lecciones de las montañas te puede costar la vida y es muy bueno su homenaje, para aquellos que lo logran como para aquellos que han dejado su vida en ellas.

Anonymous said...

Estimado Pedro,

Soy un gran admirador de todos los que fueron parte de la tragedia. Es un aexperiencia que me ha ensenado mucho (perdon, no tengo enies). Es mas, creo que es bueno que la gente sepa la historia. Estoy estudiando un doctorado en USA y he pedido a la universidad que los contacte para que algunos de Uds. (los que se dedican a eso) den una charla aca, no he tenido suerte aun.
De vez en cuadno leo tu blog, y leia ahora lo que escribiste sobre las lecciones de la montana. Pero me detuve en el caso que comentaste sobre Federico Campiani. Justo ayer mire un video en youtube donde muestran como los rescatistas lo dejaron en la montania. Quede petificado, totalmente indignado. Entonces, me dije, sos un tipo racional, quizas realmente no podian acarrearlo en esas condiciones. Pero enseguida me vino a la mente lo que hicieron Uds. en la montania, (incluso en una expedicion, recuerdo tuvieron un episodio similar), y no tuve mas remedio que comparar. La grandeza humana de Uds., ese respeto y amor por el ser humano, y el desprecio humano representado por los "rescatistas" que dejaron a Campiani.
Quisiera saber que opinion te merece esta experiencia tan horrenda.

Gracias.

Un gran saludo.

German

Pedro Algorta said...

Germán, en el último post hice un pequeño comentario.
Creo que no podemos calificar desde la civilización lo que sucede a 6800 metros de altura. Si lees el libro de Parrado, él dice haber "maltratado" a Roy cuando este se abandonaba a su suerte y no quería seguir caminando.
De todas maneras, me pregunto si esta gente no tendría otros recursos, al menos una camilla.
Pero repito, a 6800 metros de altura, todo es distinto. Incluso los rescatistas deben privilegiar su propia vida y seguridad sobre la del posible rescatado.
Es así.
Abrazos,
Pedro