Sunday, November 8, 2009

Los hundidos y los salvados.

Primo Levi, en “Si esto es un hombre”, el increíble libro sobre su experiencia en un campo de concentración, cuenta que allí los hombres se dividían en “los hundidos y los salvados”.

Los hundidos eran aquellos "que simplemente cumplían las órdenes que recibían, que comían solamente la ración que les correspondía y se atenían a la disciplina del trabajo forzado". Esta gente, perdía el deseo de vivir y se desmoronaba, y "a ellos no valía la pena dirigirles la palabra, porque ya se sabe que se lamentarán y contarán lo que comían en su casa, porque no tienen amistades ilustres, no comen raciones extras, no conocen ningún modo secreto de organizarse".

Por otra parte los salvados son" los adaptados, los individuos fuertes y astutos con quienes los mismos jefes tienen relaciones, son aquellos que han podido desarrollar alguna especialidad; son sastres, médicos, músicos, cocineros o bien individuos particularmente crueles, vigorosos e inhumanos que han sido instalados como Kapos y como tales deben vigilar a los prisioneros comunes. Quien encuentra una ventaja que le produzca un beneficio personal y exclusivo, tratará de mantenerla en secreto, y por ello será estimado y respetado, será más fuerte y temido por ello, y quien es temido se convierte en un candidato a sobrevivir. En el lager, la lucha por la supervivencia no tiene remisión porque cada uno está desesperadamente y ferozmente solo".

Primo Levi cuenta que los más antiguos en el Lager, los salvados, los que habían sobrevivido más tiempo, eran los que habían encontrado la forma de sobrevivir, eran los que luchaban con más fuerza contra el destino; mientras que los otros, los hundidos, los hombres mansos y comunes, rápidamente se deterioraban y morían o eran seleccionados para morir.


8 comments:

Unknown said...

Es interesante el análisis, aunque surge la pregunta de si realmente vale la pena sobrevivir a cualquier precio...
Alguna vez leí a Viktor Frankl, que sobre el mismo tema decía algo así como que los que más probabilidades tenían de sobrevivir eran aquellos que le encontraban un sentido a lo que estaban viviendo.
El libro de Frankl ("El hombre en busca de sentido") termina con una referencia al título del libro de Levi (aunque creo que es anterior): él dice que el holocausto permitió conocer lo que es el hombre: el ser que inventó la cámara de gas y también el que fue capaz de entrar con la frente alta y un rezo en la boca.
Saludos

Fernando A. L. said...

Ustedes tuvieron "Hundidos y Salvados" en la montaña? Se puede comparar un campo de concentración con lo vivido por Ustedes en los Andes?
Creo que no, que ambas son situaciones límites. En una tenían en contra la naturaleza y el olvido, en el otro, otros había seres humanos con el objetivo de exterminarlos. Supongo que eso marca la diferencia. El maltrato, la humillación del Lager, Ustedes no lo vivieron.
Pero ambas son situaciones límites y se puede antender más del alma humana.

Pedro Algorta said...

Estoy de acuerdo Fernando, son situaciones distintas, no pretendo compararlas.
Pero hay algo en el día a día, en el vivir bajito, en la lucha diaria por la sobrevivencia, que tienen mucho en común.
La lectura de Primo Levi para mi ha sido fundamental.
Tu pregunta, tuvimos "Hundidos y Salvados"?
Creo que todos tenemos un poco de Hundidos y Salvados, creo que nadie fue un Hundido 100% ni un Salvado total. Dentro de uno mismo había de los dos.
Es cierto que hubo quienes lucharon más y se rebelaron más que otros, pero también los que parecía no rebelarse, tenían esa lucha interior que impedía que se hundieran totalmente.
Yo siempre he rechazado la idea de que los que se Salvaron en nuestro caso tuvieran algo distinto que los que se quedaron. Eso no existió, los que se quedaron no eran ni mejores ni peores que nosotros, estaban en el lugar equivocado el día que cayó el avión, o en el lugar equivocado el día del alud.
En ese sentido, este concepto de Hundidos y Salvados, se me escapa y gracias a Dios, no lo puedo aplicar a nuestro caso: Todos tuvimos un poco de los dos.

Victoria said...

¿Estaban en el lugar equivocado? ¿Cómo podemos saberlo?
Lo que roza la muerte siempre es un misterio. También lo que atañe a la vida. ¿Por qué se fueron unos y no otros? ¿Los que quedaron, por el hecho de haberse "salvado" tienen que dar cuenta de ello a los demás?
Es común caer en esa creencia de que los que están vivos tienen que honrar la vida de los que murieron y merecer la propia...
¿Por qué? ¿Acaso no existe un plan mayor en el que nosotros no podemos influír de manera alguna?
Esa es una pesada carga. Llevar a cuestas no sólo la propia vida, con sus hundimientos y sus salvatajes, sino la muerte "inoportuna" de los que ya no están.

armand said...

Pedro tu comentario me tranquiliza porque al leer el extracto de Primo Levi (solo conozco su nombre, no su obra..) me estremezco... Lo creo cuando dice que los crueles e inhumanos pudieron salvarse, pero he leido otros testimonios donde los sobrevivientes explican que han podido salvarse gracias a su lucha interior, hecha de animo y esperanza.. en otro post tratabas de la esperanza que nunca nos abandona... y esa idea me gusta mucho mas ! Me gusta mas pensar que los hundidos fueron los que la perdieron (la esperanza) Soy como tu, ese concepto de hundidos y salvados me escapa...

Glo said...

Hey, Pedro, hace años que quiero leer ese libro!! ¿Me lo traerías la próxima vez que vengas a Montevideo?

armand said...

Leyendo de nuevo mi comentario me doy cuenta que hay un error : claro que pienso que los hundidos fueron los que NO perdieron la ezperanza...

norma arbilla said...

Creo que nuevamente estamos ante el tema de los "talentos", no? A adaptarnos en las situaciones límite, a hacer uso de nuestros recursos...
Gracias por escribir, Pedro