Fer es mi hija mayor. La luz de mis ojos.
Hace unos días, se casó en Madrid, con Rodrigo, un chico español.
Fer es muy importante para nosotros. Vino a los dos años de haber salido de la montaña, cuando éramos muy jóvenes. A partir de ella, Noelle y yo comenzamos a construir una pareja fuerte y una familia que dura hasta el día de hoy.
Fer, fue la primera que nos dejó para irse a vivir a España. Es puro sentimiento, voluntad, pasión y ganas de vivir. Su boda, como dicen en España, fue muy linda, muy a lo Fer, única y personal.
Ojalá que la pareja y familia que construyan con Rodrigo crezca y perdure, y que por sobre todo sean muy felices. Fer lo pondrá todo de sí; tiene una fuerza de voluntad admirable que la ayudará con todas sus montañas.
Rezo para que se cumplan todos sus deseos y que además, nos traiga algún nieto.