Thursday, June 25, 2009

Viviendo bajito

El otro día estuve conversando con un experto montañista que ha subido varios “ochomiles”.

Me dijo muchas cosas que me recordaron cómo vivimos nosotros en la montaña; viviendo bajito. Me habló de la importancia de “conservar energía”. Estando en grandes alturas, la falta de oxígeno hace que todo cueste más, respirar cuesta más, pensar cuesta más, vivir cuesta más. Hay que alimentarse muy bien e hidratarse en abundancia, pero sobre todo, cuidar la energía, vivir con las señales vitales al mínimo.

En grandes alturas, la gente no piensa mucho, es difícil tener pensamientos complejos, uno piensa poco, porque pensar también cuesta. Los grandes montañistas experimentan ese volver a lo más básico del ser humano, a la necesidad de concentrarse en respirar, en vivir, en pensar muy bien cual es su próximo paso, para poder llegar a la cima.

Viviendo bajito, también es el título de mi capítulo en la “Sociedad de la Nieve”. Creo que refleja muy bien cómo vivíamos allí.

Wednesday, June 17, 2009

Más sobre Shackleton

Ayer pensaba en Shackleton. Ellos estuvieron a principios del siglo pasado, dos años perdidos entre los hielos Antárticos antes de que todos los 27 tripulantes del Endurance fueron rescatados, por el mismo Shackleton quien fue a buscar a sus hombres.

Cuenta la historia que una de las grandes preocupaciones de Shackleton era mantener la motivación de su gente. Tenían sus fiestas, organizaban partidos de futbol en el hielo, representaban obras teatrales y cantaban. Incluso tuvieron la humorada de raparse la cabeza para una fecha determinada. Qué es eso sino una fortaleza emocional encomiable?

Una de las pasajes que me impresiona de la historia de Shackleton, es la mención que hace de su última caminata cruzando la cordillera helada de la isla San Pedro en las Islas Georgia del Sur, a donde había arribado, en búsqueda de la estación ballenera. En determinado momento eran dos, pero él dice que tenía la sensación de que había un tercero caminando con ellos. Esto es tomado por S.T. Elliot en un poema que dice:

“When I count, there are only you and I together
But when I look ahead up the white road
There is always another one walking beside you”

“ Cuando cuento, estamos solamente tu y yo
Pero cuando miro hacia delante en el camino blanco
Siempre hay otro más caminando a tu lado.”

Me gustó. Les voy a preguntar a Nando y Roberto qué opinan de este pasaje.

Saturday, June 6, 2009

Si, quiero vivir!

En estos últimos tiempos he estado reflexionando sobre qué queda en el fondo de nuestra tragedia en los Andes, qué es lo importante, qué es lo que trasmito cuando doy mi testimonio.

Creo que lo importante es el “Sí, quiero vivir!”. Es el grito que surge en los momentos más desesperantes cuando sepultados por la nieve o en las situaciones más límites, dijimos, “Sí, queremos vivir!”.

Y ese “Sí quiero”, es un hacerse cargo de la situación, es no dejar que el destino nos llevara de un lado al otro, es no dejar que el tiempo, la nieve y el frío nos terminaran de sepultar en el olvido. En esas situaciones límites no dejamos que la adversidad nos derrotara y dijimos que “Si, queríamos vivir”.

Pero no estábamos solos, el sí quiero individual se transformó en un “Sí, queremos” y se hizo más fuerte que la montaña. Solos no lo hubiéramos hecho y cuando decimos “si quiero” lo hicimos apoyados en los demás, que también decían lo mismo.

Allí, sepultados por la avalancha de nieve, a punto de morir dije “sí quiero, me hago cargo, y trabajé para salir.” Pero por otra parte, ese “si, quiero”, no nos distingue de otras personas, surge de nuestro instinto más básico, y esto convencido de que cualquiera en nuestra situación, hubiera dicho lo mismo.

Eso nos pasa después en nuestras vidas. En distintos ámbitos la vida nos ofrece innumerables oportunidades donde debemos dar un paso al frente y hacernos cargo de lo que nos pasa.

Esto no quiere decir que los que no salieron de la montaña no querían. Todo lo contrario, muchos de ellos también dijeron que sí, que querían vivir. Pero lamentablemente no era su momento y murieron. Porqué ellos y yo no, eso no lo sé. Estoy seguro de que en muchas ocasiones, aunque queramos, no podemos, pero igual debemos hacernos cargo de la situación y tratar de salir. Pero cuando no podemos, también es importante aceptarlo y entregarnos, con la tranquilidad de que hicimos todo para salir.